Esta nueva planta, que se ubicará en el polígono industrial La Coma de Picassent, será un avanzado centro de procesamiento de residuos orgánicos capaz de gestionar hasta 141.000 toneladas anuales de restos de la industria alimentaria, lodos de depuradoras, aguas industriales y aceites usados. Supone una inversión de 10 millones de euros y supondrá la creación de 30 puestos de trabajo.
La instalación, con diseño técnico, tramitación e ingeniería de la compañía valenciana Genia Bioenergy, convertirá esos residuos en alrededor de 54GWh de energía cada año en forma de gas renovable obtenido mediante digestión anaerobia (proceso biológico de descomposición de los residuos mediante la acción de bacterias en ausencia de oxígeno) y el pretratamiento de aceites usados para su posterior conversión en biodiésel. Esta gestión sostenible de los residuos supondrá un ahorro de emisiones de 21.119T de CO2 cada año.
El biogás obtenido será objeto de un proceso de upgrading en la propia instalación para obtener biometano que será inyectado en la red de distribución de gas natural.
Máxima eficiencia
En la planta se utilizará, además, la energía calorífica procedente de la instalaciones contiguas de Remittell, empresa el Grupo Selev Pet Industry, mientras que el agua utilizada en los procesos industriales vendrá de la depuradora situada en la parcela contigua. Este agua es enviada de nuevo a la misma depuradora para iniciar un nuevo ciclo. La instalación también dispondrá de un sistema para aprovechar la aguas pluviales.
Remittel recogerá en la misma planta aceites usados en cocinas de hogares y restaurantes, los cuales serán tratados, y convertidos en biodiesel en otras instalaciones del grupo y los restos sólidos del proceso de digestión se aprovecharán para producir compost.
Todos los procesos de la instalación se han diseñado para obtener la máxima eficiencia, reducir al máximo la huella de CO2 o de otros residuos y la emisión de olores.